Los pibes del «Pelado» Veronesse (Edgardo D. Peretti)
11 febrero, 2022Compartimos una reseña historica publicada en diario La Opinión, por el periodista Edgardo D. Peretti.
Los pibes del «Pelado» Veronesse
En estos días se deben estar cumpliendo los veinte años de la partida de este plano de Carlos Bautista Veronesse. El “Pelado”, como se lo conocía, llegó a la gloria como jugador con el Ben Hur Campeón de 1967, pero sus mayores éxitos y logros los tuvo como Director Técnico.
Como jugador era un aguerrido delantero, definidor y guapo; caracterizado con su boina oscura, como Severino Varela (esta era blanca), con la cual escondía su calva total, reemplazándola fuera de la cancha con un agraciado peluquín.
Para todos era el “Pelado”. Un hombre que supo ganarse el respeto por su dedicación al trabajo, porque sabía “armar” equipos campeones, porque era un pícaro con mucha calle y un avanzado en tácticas y estrategias cuando nadie hablaba de esto salvo un tal Osvaldo Zubeldía.
Dirigió y salió campeón con los principales equipos de la ciudad y la zona. La sabía “lunga”, como decían los gringos; y los mayores lo respetaban, pero los pibes lo adoraban. Es uno de los dos técnicos, junto a Reynaldo Volken, al que todos querían en sus equipos. Se fue cuando aún tenía mucho por dar.
Mágico Archivo
En estos tiempos en que la Liga Rafaelina de Fútbol celebra su centenario, siempre es un bello ejercicio mirar esas fotos/documentos que adornan las paredes de la sede de la calle Rivadavia.
Una de esas es el equipo Juvenil de la Liga Campeón de la Provincia en el año 1981 con la dirección técnica de Veronesse, secundado por otros dos grandes personajes que dejaron huella en las inferiores: Juan Bellletti y Juan Carlos “Turco” Abbá, dignos laderos del maestro.
Ese equipo (integrado mayoritariamente por chicos de la clase 1965) se consagró en un cuadrangular final disputado en el estadio Monumental de Atlético, imponiéndose a los combinados de Santa Fe, Rosario y Alcorta.
El plantel que jugó las finales (solo 16 integrantes firmaban planilla en esa época) estaba integrado por José Luis Restelli (Ferro), Diego Bainotti (Ben Hur), Carlos Suárez (Ferro), Fabián Giordano (Atlético), José Belcot (Quilmes), Sergio Bergesio (Ferro), Adrián Mezzadri (Ben Hur), Oscar Gentile (Ben Hur), Fabián Ortenzi (Peñarol), Daniel Torres (Sportivo), Germán Gunzel (9 de Julio), Hugo Sanmartino (Peñarol), Marcelo Costamagna (Ben Hur), José Ruata (Sportivo) y el “Cabezón” Ferrari (Ferro). También hubo otros convocados como Sergio Compagnucci (Peñarol) y Rosso (de Sunchales).
En estos casos, siempre hay que pedir perdón por los olvidos o los errores que se asumen sinceramente.
Planificación y Estrategias
Contra los que muchos creían, Veronesse era un DT ofensivo, aunque aún era muy temprano en el mañana del fútbol para entenderlo. En este equipo (y en todos los que dirigió) siempre había un habilidoso o dos, y nunca faltaban delanteros picantes. Aquí estaba José Ruata como creador y Giordano y el “Pato” Gunzel, dos definidores contundentes; y el resto hacía lo suyo en cada rincón de la cancha, pero había algo que no se negociaba : todos corrían. Y metían con ganas, diría el espectador del otro lado del tejido.
Sus centrales (Suárez y José Restelli) eran torres que se imponían en el fondo y uno (uno solo) siempre iba a cabecear al área contraria; los marcadores de punta no eran precisamente delicados y los medios sumaban empeño y transpiración. Los de Peñarol (Sanmartino y el Gringo Ortenzi) eran de buen pie, en tanto que el “Mellizo” Costamagna los corría a todos. También “hablaba” el partido y había que aguantarlo.
Pero Veronesse no dejaba nada librado al azar: cada córner, un córner, un tiro libre, cada jugada era un cúmulo de detalles que -decía él- “podía hacer que ganemos o perdamos un partido”. Tampoco te regalaba ni medio centímetro de la cancha.
En mi calidad de joven periodista de La Opinión tuve la oportunidad de acompañar la campaña del campeón y puedo dar fe que era así.
Hoy, tan lejos pero no tanto
Mirando la imagen (que no está en un cuadro con vidrio sino en un bastidor donde el tiempo le hace de las suyas) me quedé pensando en todo lo que ha pasado en poco más de cuarenta años. El “Pelado”, como le decíamos, se fue hace mucho y uno se ha convertido en un contador de historias que pocos leen.
Vuelvo a la imagen. “Puchi” Gentile se nos fue hace poco. Era vendedor de autos; el resto hizo sus vidas; algunos con el fútbol profesional, otros con actividades comerciales, varios con títulos universitarios, dirigentes, políticos; en fin; pasó la vida. El logro de 1981 es un cuadro para quien no lo vivió.
Y la vida es mucho más que esa imagen en blanco y negro que me mira desde el tiempo de su gloria. Estos pibes hoy son hombres que transitan la cercanía hacia los sesenta años. Toda una historia para cada uno de ellos, con éxitos y fracasos; con dolores y alegrías, con el eterno recuerdo de ese momento tan bello, tan sublime, tan joven, tan hermoso como el fútbol.
Desde algún lugar, Carlos Veronesse debe estar orgulloso de su siembra.
Excelente nota, tengo la suerte de ser contemporáneo de todos esos grandes jugadores.
LA ALEGRIA Y LA EMOCION DÉ HABER SIDO PARTE DE ESE EQUIPO